Las motoazadas de gasolina/diesel son la categoría de productos más adecuada para operaciones de fresado de cierta importancia.
La potencia del motor de gasolina garantiza un rendimiento que no es posible alcanzar con una máquina eléctrica o de batería.
Hoy en día, las motoazadas de este tipo más populares son de gasolina: están equipadas con motores de 4 tiempos y, según las características, pueden trabajar en terrenos más o menos extensos y más o menos trabajados.
Su fabricación heterogénea se puede notar en el peso de estas máquinas, que pueden ser de serie ligera, mediana o pesada.
Las motoazadas alimentadas con diesel, en cambio, permiten un menor consumo y ofrecen una mayor durabilidad. Por eso, los que necesitan una motoazada profesional tienden a elegir esta tipología de productos, mejor si de serie pesada.
La potencia de una motoazada con motor de gasolina es una combinación de elementos diferentes:
Una mayor potencia casi siempre significa una mayor facilidad de uso de la motoazada, además de un rendimiento más alto.
Comparadas con los modelos eléctricos o de batería queda claro que las motoazadas de gasolina necesitan algunas operaciones de mantenimiento debidas a la presencia del motor.
La motoazada es una máquina con motor que, para funcionar, se compone de los siguientes elementos:
La elección de la fuente de alimentación es un factor importante para el rendimiento y el trabajo.
Las máquinas diésel, aunque son más caras que las de gasolina, ofrecen un motor más duradero que puede soportar mayores cargas de trabajo.
Una primera ventaja consiste en mover los terrones, lo que permite quitar las plagas y ayuda a mejorar la oxigenación y suavidad del terreno.
Otra ventaja es la posibilidad de eliminar de manera fácil las malas hierbas y raíces inútiles, que quitan los nutrientes del propio suelo. Además, la motoazada no solo mueve las malas hierbas en la superficie, sino también las bajo tierra, para evitar que estas vuelvan a crecer.
Elegir una motoazada significa elegir una máquina de gran versatilidad, que puede funcionar como motocultor según las necesidades, lo que no puede ocurrir al revés.
El motocultor tiene un tamaño limitado y un motor menos potente y duradero. Siendo más pequeño, no es adecuado para mover los terrones, que como ya hemos visto es muy importante para el éxito de este tipo de labor.
El momento más adecuado para utilizarla es el otoño, esta estación puede dar tiempo a que el suelo se asiente y reciba todos los nutrientes que necesita para prepararse para la primavera, que es la estación mejor para iniciar la siembra.
Al descomponerse, las plantas del suelo contribuyen a la liberación de nitrógeno, un elemento muy importante para la nutrición de las plantas.