Los vareadores de aceitunas son herramientas especialmente diseñadas para rastrillar las ramas, resultan ser eficaces y respetan el árbol. En la práctica, se trata de rastrillos motorizados capaces, a través de sus dientes, de producir oscilaciones rápidas que provocan el desprendimiento y la caída de las aceitunas.
Los vibradores de aceitunas en cambio, son máquinas compuestas por un gancho mecánico colocado en la base superior de una pértiga. Este gancho agarra la rama y la sacude con golpes enérgicos, asegurando un rendimiento de cosecha igual al de un vareador, siempre preservando la integridad de la planta.
El uso de equipos mecánicos en lugar de equipos manuales permite un ahorro considerable de tiempo y energía, así como asegura niveles de productividad que de otro modo no se alcanzarían: de hecho, gracias a la posibilidad de aplicarles una pértiga - de longitud fija o modificable - los vareadores y vibradores de aceitunas pueden trabajar incluso en caso de árboles altos y de tupido follaje, para no obligar al operador a utilizar una escalera.
La principal distinción entre vareadores y vibradores de aceitunas está en el tipo de fuente de alimentación:
Además de los diferentes tipos de motor, un elemento crucial en la elección de un vareador es la distribución del peso del motor en la pértiga.
Los modelos que cuentan con alimentación neumática no tienen motor, por esto son ligeros y fáciles de manejar y su único límite es el compresor al que se tienen que enganchar. En cambio, los vareadores de gasolina tienen el motor integrado en la parte inferior de la pértiga de extensión, y esto es suficiente para hacerlas más pesadas y no adecuadas para cosechas largas.
En caso de adquirir un vareador de batería, es de vital importancia relacionar la ubicación del motor de gasolina o la batería con la cantidad de olivos que hay que cosechar.
Muchos vareadores de aceitunas profesionales, diseñados para uso intensivo, están fabricados con la batería colocada en la base de la pértiga en lugar de tenerlo en la parte superior, para no causar fatiga excesiva en caso de operaciones prolongadas, estos serían los modelos más caros. Los modelos más baratos por el contrario, habiendo sido diseñados para hobby y usos limitados, distribuyen la mayor parte del peso en la parte superior de la pértiga y, por lo tanto, no son adecuados para uso prolongado.
Un excelente compromiso en este sentido podría estar constituido por los modelos de vareadores de batería o de gasolina que incluyan la mochila sobre la que colocar el motor de gasolina o la batería, para evitar cargarniente di demasiado los brazos.
El olivo es un árbol originario de Asia Menor pero, desde la antigüedad, logró extenderse por toda la zona mediterránea. La evidencia arqueológica del mundo etrusco nos ha revelado, que el cultivo de estos árboles ya existía en la época prerromana.
A lo largo de los siglos, la recolección de la aceituna, al igual que la vendimia, ha adquirido un valor emblemático en muchos territorios: los ancianos aún recuerdan cómo en el mundo campesino, lo que fácilmente podría haberse convertido en un compromiso gravoso, terminó convirtiéndose en una fiesta alegre.
La dimensión lúdica de la recolección de aceitunas en los meses de otoño se ha mantenido sin cambios incluso hoy en muchas realidades rurales, y logra convertirse en una oportunidad recreativa también para los operadores de la industria del aceite. Sin embargo, donde antes era común utilizar rastrillos para el llamado "peinado" de las ramas para desprenderse de los preciosos frutos, la tecnología contemporánea hace que ahora sea conveniente afrontar esta actividad con herramientas diseñadas para favorecer la caída de las aceitunas y perfeccionar la calidad de la cosecha, sin afectar el ambiente de convivencia con un sabor antiguo que impregna esta operación. A la vanguardia de la innovación de la industria están, sin duda, los vareadores de aceitunas y vibradores de aceitunas.