Las podadoras eléctricas son máquinas ligeras y prácticas para uso principalmente doméstico.
Cuando la podadora eléctrica se monta en la parte superior de una pértiga, puede alcanzar alturas de más de tres metros, lo que le permite cortar incluso ramas colocadas en alturas elevadas.
Las podadoras telescópicas eléctricas son muy útiles en jardines o en pequeños huertos, para evitar el uso de escaleras y cuando es necesario realizar una poda de limpieza, es decir, de ramas de pequeño diámetro. Al conectar la podadera telescópica a una toma de corriente mediante un cable de extensión, la máquina estará operativa de inmediato con la máxima facilidad de uso.
Las sierras montadas en estas herramientas eléctricas son de buena potencia y permiten trabajar fácilmente entre las ramas gracias a un motor compacto, contenido en una carcasa sin salientes laterales.
El cárter de aceite de lubricación de la sierra también se inserta dentro del mismo cárter, de modo que no haya obstáculos o piezas que puedan deformarse al intentar alcanzar ramas un poco más intrincadas.
Por el mismo motivo, la barra de la motosierra de la podadora tiene una longitud limitada, tanto porque el motor tiene la potencia adecuada para pequeños cortes como porque esta herramienta hace de la movilidad y la agilidad sus principales características.
En la mayoría de los casos, estos instrumentos están equipados con una pértiga telescópica, que se puede ajustar para obtener la máxima precisión y, por lo general, se fabrica de aluminio, material muy ligero y resistente.
Solo algunos modelos de podadoras eléctricas tienen un eje fijo.