Los atomizadores para tractores son las maquinarias más profesionales, las mejores para tratamientos fitosanitarios, de fumigación u otros en frutales, olivares y viñas. Realizan una perfecta nebulización del producto con gotas pequeñas y densas con respecto de las columnas utilizadas en los pulverizadores suspendidos de alta presión que rocían gotas mayores, pero menos compactas.
Por lo tanto, en igualdad de superficie o plantas tratadas, los atomizadores para tractor necesitan menos líquido, y, además ahorran tiempo (dado que no hay que recargar el pulverizador más veces); distribuyen el producto de manera uniforme con una perfecta cobertura sobre las superficies gracias a una nebulización fina (como niebla).
El tratamiento con productos fitosanitarios específicos es necesario para preservar la cosecha de las plagas, sobre todo en el periodo veraniego, es cuanto estos tratamientos son más necesarios para evitar la aparición de agentes patógenos y preservar la calidad de los productos.
El uso de dichos tratamientos juntos con un control constante de los cultivos, permite mejorar la salud de la producción y contrarrestar los problemas que puedan afectar a la salud de las plantas.
La eficacia de su distribución depende de diversos factores: Caudal y Precisión.
Un atomizador para tractor que no sea preciso en la distribución del tratamiento, será menos eficaz contra los agentes fitosanitarios y, al contrario, un atomizador que vierta mucho producto puede dar lugar a un tratamiento excesivo que puede causar residuos que superen los límites.
Para que la distribución sea más precisa y eficaz, existen en el mercado pulverizadores suspendidos para tractores con aspiración trasera y delantera.
La principal diferencia entre estos dos métodos de aspiración es que en la aspiración delantera, el flujo de aire y la mezcla fitosanitaria se dirigen hacia la parte trasera de la zona de aspiración del pulverizador, lo que proporciona una mayor protección para el operador que está en el tractor.
Además, este tipo de aspiración elimina los problemas de aspiración de hojas, polvo y el propio producto, a la vez que ahorra el tiempo necesario para retirarlos.